viernes, 3 de abril de 2009

Manual para heroes o canallas

Aprender a reírse torvamente,

a mirar de reojo en los bautizos,

a negar el asiento a las señoras,

a orinar dibujando circulitos.



Aprender a fruncir el entrecejo,

a enfadar a las monjas y a los niños,

a poner zancadillas al guardia urbano,

a escupir sin piedad por un colmillo.



Preferir la navaja a la pistola,

el vino peleón al Jerez fino,

el infame pañuelo a la corbata,

una venus de Murcia a la de Milo.



Aprender a cortarse la cabeza,

a vestir negro luto de domingos,

a decir palabrotas en los trenes,

a jugar al parchís con los bandidos.



Apurar los licores del fracaso,

trasladarse a vivir al barrio chino,

propagar mil rumores alarmantes,

aprender a ser malo y fugitivo.